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Golpe a Dilma, un golpe a la democracia y a la unidad de América Latina

Los parlamentos deben ser custodios de la voluntad popular y baluartes de la democracia. En nuestro país, hace apenas una década, comenzamos un camino de recuperación de la República y sus instituciones, secuestradas por décadas en manos de una partidocracia mediocre y oportunista. Nuestro Congreso había sido convertido en escenario e instrumento de las ambiciones de una “argolla”, de una articulación espuria entre tiendas políticas sin visión de país. De la mano de un formidable impulso ciudadano, los ecuatorianos recuperamos el Parlamento para una República digna de tal nombre.

Es por ello que nos duele tanto y que nos trae tan tristes recuerdos el golpe de Estado parlamentario consumado el miércoles de la semana pasada contra la presidenta legítima de la hermana República Federativa del Brasil, la compañera Dilma Rousseff. Y nos duele también porque lo sentimos y lo entendemos como un golpe certero, no solo a la democracia brasileña y latinoamericana, sino también al enorme esfuerzo de unidad continental de la Patria Grande, al camino que venimos recorriendo junto a nuestros hermanos latinoamericanos porque sabemos que es el único camino para vencer la pobreza, la desigualdad y la subordinación histórica de nuestros países.

Lo sucedido en Brasil se suma a otros funestos acontecimientos que acabaron con presidencias legítimas y asestaron durísimos golpes a procesos políticos no casualmente pertenecientes al campo progresista, a ese formidable impulso regional por la soberanía y la equidad que vivimos en toda la región hace más de una década. Allí están Honduras y Paraguay como ejemplos extremos de esas prácticas destituyentes de los procesos democráticos.

Lo acontecido en Brasil sienta un precedente que, aunque carente de toda legitimidad, sin dudas será inspiración y aliento para las derechas más antidemocráticas y revanchistas de la región. El derrocamiento, en un proceso viciado de nulidad desde sus inicios, por parte de 61 senadores de una presidenta elegida por 54 millones de ciudadanos, además de indignarnos y conminarnos a la solidaridad con el pueblo brasileño y su presidenta legítima, Dilma Rousseff, debe dejarnos algunas alertas y algunas enseñanzas. Porque lo que está en juego en estas horas decisivas de América Latina es demasiado importante. No son simples procesos electorales, no son simplemente cargos de elección popular. Lo que está en juego es el sostenimiento del proceso de unidad continental de la Patria Grande y la consolidación y profundización de las políticas de equidad y justicia social.

Afrontemos el escenario que se avecina, en el que queremos renovar la confianza de los ecuatorianos en un proyecto de país para todos, conscientes de la trascendencia del momento histórico y, para lograrlo, llevemos en nuestras listas a nuestros mejores compañeros y compañeras. Porque además de ganar la Presidencia de la República, necesitamos una mayoría parlamentaria que sostenga el impulso transformador y garantice que no retrocedamos al viejo país inviable y sin futuro.

Por esa razón, la semana pasada en el pleno, con ocasión de la resolución de condena al golpe en Brasil, hice un llamamiento al conjunto del arco progresista y patriótico, un llamamiento amplio que rebase las afinidades más cercanas e inmediatas y que nos permita reconocernos y reafirmarnos nuevamente como parte de un proyecto histórico que se define alrededor de banderas fundamentales como la defensa y expansión de lo público, la redistribución de la riqueza hacia una sociedad cada vez más justa y la apuesta estratégica por la unidad latinoamericana.

Ley Orgánica de Incentivos Tributarios no implica impuestos

La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, explicó que la Ley Orgánica de Incentivos Tributarios, considerada económica urgente, apunta a la reactivación económica de varios sectores del país sin que implique más impuestos. También refirió que las reformas a la Ley de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas (FF.AA.) tienen un tratamiento transparente y buscan cerrar brechas y desigualdades al interior de la institución.

La Ley Orgánica de Incentivos, explicó Gabriela Rivadeneira en su programa semanal “Contigo de Ley”, es una alternativa del Ecuador para mantener el equilibrio fiscal frente la crisis global y la caída del precio del petróleo y principalmente proteger a la empresa privada, como generadora de fuentes de empleo y procesamiento de productos.

En este sentido precisó que la normativa propone incentivos tributarios para las empresas que favorezcan la inclusión de todos los trabajadores en el sistema de medicina pregapada, no solo a nivel gerencial. Esto principalmente por los beneficios que supone la salud prepagada a nivel preventivo.

“Se propone como incentivo que todos los trabajadores de su nómina estén en el sistema de medicina prepagada y para eso el Estado otorgue un incentivo dentro de la deducción de gastos”, puntualizó. Señaló como ejemplo que para las pequeña y mediana empresa se busca alcanzar una cobertura del 100% para los trabajadores, mientras que para las grandes empresas un 50%, en función de la capacidad de pago real de cada una.

Asimismo, Gabriela Rivadeneira recordó que esta propuesta tienen consonancia con la gestión de control del Ministerio de Salud Pública a las empresas prestadoras de servicios, tras lo cual cerca de 150 mil personas nuevas ingresaron a la Medicina prepagada. Con ello, dijo, son cerca de un millón de ecuatorianos(as) ligados a este sistema.

Pero la propuesta de Ley también busca estimular a dueños de unidades de transporte locales e interprovinciales para que se formalicen, con la exoneración de impuestos, motivando una mayor democratización de la adquisición de transportes y la inversión en este sector, beneficiando el cooperativismo. “Esta Ley trae un incentivo que prácticamente contempla la exoneración del impuesto a la propiedad para vehículos de servicio público de propiedad de choferes profesionales, a razón de un vehículo por cada titular”, acotó.

El tercer y último artículo de la Ley tiene que ver con la estandarización de impuestos ex aduana, esto principalmente en relación a productos importados, con el fin de mejorar los procesos de desaduanización de productos. En este sentido recordó que que en las últimas semanas, el Gobierno ha anunciado la revisión de la tabla de salvaguardias, en relación a 27 productos que se importan. “Esto es parte de la armonización de las normas nacionales con los estándares internacionales, que ya tiene protocolos en cuanto a bienes”, refirió.

La titular del Legislativo fue enfática en señalar que en 9 años no ha habido un incremento de impuestos, y más bien se han eliminado 11 y reformado 7, con mayores controles y cumplimiento en recaudaciones tributarias, impidiendo la evasión.

Los beneficios son múltiples y no solamente tributarios, uno de los mayores problemas que tenemos en la transportación es el nivel de informalidad que todavía se aprecia, especialmente en las ciudades más pequeñas, agregó la presidenta de la Asamblea.

Reformas a Seguridad Social de Fuerzas Armadas

En torno a las reformas a la Ley de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, en manos de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, la principal de la Legislatura indicó que éstas buscan fundamentalmente que se cumplan principios de equidad, justicia social y de reducción de brechas de desigualdad, en coherencia con las leyes que han sido aprobadas por la Asamblea Nacional en este período de gestión.

Reiteró su llamado a “no politizar el tema”, pues hacerlo sería un grave error. Expresó que el Legislativo ha realizado reformas en el ámbito de las Fuerzas Armadas en el marco del respeto, con total transparencia y de manera cercana, contando con la presencia de representantes de la institución y ministros de Estado, por lo que, insistió, esta normativa sigue el mismo trámite.

Precisó que las reformas a la Seguridad Social se realizarán de manera técnica y buscan que el pago de pensiones jubilares sea equitativa entre todos los miembros de Fuerzas Armadas, respetando la jerarquización interna y las cadenas de mando. Reflexionó en este sentido que la “jerarquización no significa mantenimiento de privilegios”.

Citó como ejemplo de esta desigualdad que mientras la pensión de un general que se retira sobrepasa los cuatro mil dólares, la pensión máxima de un ciudadano alcanza un máximo de dos mil dólares.

También indicó que las reformas buscan que se beneficie o eleve las pensiones de la tropa, de modo que puedan irse actualizando mientras se congelan las pensiones jubilares del nivel más alto. “De este modo vamos a ir cerrando brechas de inequidad”, puntualizó.

Los 90 años de Fidel, obstinado revolucionario y patriota latinoamericano

Y llega el día en que Fidel cumple 90 años. 90 años del hombre que sobrevivió a mil atentados pergeñados por el imperialismo, pero, sobre todo, a las profecías de los “expertos”, a los anuncios fatalistas de la gran prensa monopólica que periódicamente le ponía fecha de vencimiento a su causa, a su protagonismo y a su vida misma.

El influjo de su palabra se mantuvo siempre vivo, aún en los tiempos más oscuros en que era despectivamente calificada de anacrónica, “ideológica”, anclada en un pasado definitivamente superado. Y sin embargo, su voz y su presencia irrumpían nuevamente, una y otra vez, persistentes, obstinadas, entregadas con pasión e inteligencia a la gran obra revolucionaria de construir una Patria Grande justa y libre.

Cuando nos visitó, allá por el 2002, con ocasión de la inauguración de la Capilla del Hombre, los ecuatorianos vivíamos los años finales de hegemonía neoliberal. La palabra de Fidel fue, entonces, como un rayo en cielo sereno: una voz que insistía, sin concesiones de ningún tipo, en denunciar las insultantes desigualdades de nuestra realidad social.

En esa visita, Fidel recordaba la entrañable amistad que lo había unido al maestroGuayasamín, así como la común preocupación por la dignidad humana y la justicia social. Y es que el lazo de Fidel con Ecuador le debe mucho a su encuentro con nuestro gran pintor, cuando “un hombre de rostro indígena, tenaz e inquieto, ya conocido y admirado por muchos de nuestros intelectuales, quiso hacerme un retrato”. “No era yo -decía Fidel en ese discurso-. Era lo que él deseaba que fuera, tal como quería verme: una mezcla de Quijote con rasgos de personajes famosos de las guerras independentistas de Bolívar”.

Y esa figura quijotesca que vio el maestro Guayasamín en Fidel Castro ha sido y es de una potencia y de un magnetismo poco comunes, digna de quienes encarnan los valores más altos de la humanidad y capaz de sublevar pueblos y movilizarlos hacia la libertad y la justicia.

En los años que siguieron a esa visita, tuvimos la suerte de seguir contando con la palabra y el liderazgo del Comandante Fidel Castro en el nuevo despertar del continente, cuando la batalla de ideas a la que él tan fervientemente había convocado comenzaba a rendir frutos y en diferentes rincones de la Patria Grande volvía a levantarse la bandera de la justicia social y la unidad latinoamericana.

Esa palabra y ese liderazgo han sido fuente extraordinaria de inspiración para el proceso que ha vivido el Ecuador en la última década, signada por la tarea de desmontar el andamiaje neoliberal y neocolonial que nos tenía cautivos y sentar las bases para construir la Patria nueva, un país de equidad y justicia social. De ese mismo espíritu humanista, de esa misma vocación soberana, es hija nuestra Revolución Ciudadana, el proceso de cambio más audaz y más ambicioso de nuestra historia liderado por otro gran patriota latinoamericano, que ha transformado millones de vidas y se ha inspirado en un modelo de desarrollo integral que tiene al ser humano, y no al capital, como el centro de todas las decisiones.

Con salud y educación gratuitas, con leyes hechas desde el pueblo y para el pueblo, con políticas de Estado que velan por la ciudadanía y la expansión de derechos, con soberanía y conciencia integracionista, desde el Ecuador nos hemos propuesto la superación de un modelo neoliberal, empobrecedor y excluyente. En esa tarea, Cuba siempre estuvo ahí presente como ejemplo de dignidad y de lucha.

Hace 10 años Fidel se retiró de las tareas de gobierno, pero no ha dejado de ser protagonista de la historia de su pueblo y de toda la Patria Grande, escribiendo, pensando, estimulando reflexiones y propiciando debates. La suya es una vida no sólo impregnada de los acontecimientos más relevantes del siglo XX y sus debates, sino que ha tenido la lucidez y la valentía de abordar los nuevos desafíos que enfrenta la humanidad y las amenazas de un orden civilizatorio cada vez más insostenible.

Celebramos con el hermano pueblo de Cuba, con el victorioso y solidario pueblo de Martí y del Che, y junto a los pueblos de Nuestra América, estos 90 años de vida fecunda de Fidel ¡Feliz 90 años a Fidel!

 

Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

La Ley de Cultura es un punto de partida

Los más profundos cambios políticos y sociales son, en sí mismos, cambios culturales. En estos años con millones de manos hemos establecido un tejido social más equitativo y justo, con mayor respeto hacia las diversidades, con un claro concepto de lo que significa el bien común y la responsabilidad del Estado para fomentar el mejoramiento de calidad de vida de la gente.

La deuda que tenemos como país con nuestras propias culturas tiene raíces históricas y en este tiempo de cambios radicales constituye un deber por cumplir el tener una Ley Orgánica que nos permita contar con un Sistema Nacional de Cultura y un Sistema de Seguridad Social para las y los trabajadores de la cultura; y algo muy importante: un fomento permanente para las expresiones culturales y artísticas en todos los territorios.

Sabemos que en estos años atravesamos una coyuntura económica difícil debido a factores externos de la economía global, pero se prevén varios mecanismos para ampliar los espacios de difusión, de uso de infraestructura, para tener más presencia en los mercados nacionales y regionales, impulsar la actividad creativa y editorial, y también fondos semilla, así como fondos reembolsables.

En este período legislativo, asumimos el compromiso de cumplir con este mandato constituyente, a partir de un tratamiento colectivo, que es coherente con la política de puertas abiertas de la Asamblea Nacional que presido. Así, en estos meses hemos propiciado diálogos abiertos con el Ministerio de Cultura, la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y diversos representantes del sector de la creación, la promoción y la gestión cultural, para lograr una Ley sustentada en acuerdos, entendiendo que la cultura es el ámbito superior que nos abarca y que sus temas no pueden agotarse con una normativa, porque sus horizontes son infinitos.

Los temas que desde la Presidencia de la Asamblea se han planteado se refieren a la libertad creativa; la transversalización de la interculturalidad; la inclusión del libro, el fomento a las actividades de lectura y escritura, así como la oralidad de nuestros pueblos; el respeto por los derechos de autor y los derechos colectivos; el reconocimiento del trabajo cultural y artístico como un sector productivo que aporta al desarrollo nacional, con plenos derechos laborales.

Trabajamos para que la hermosa, diversa y sonora voz de nuestras culturas se expresen sin límites en la danza, el teatro, el cine, la plástica, la literatura, las industrias culturales, en los espacios públicos, para nunca olvidar que somos pueblos antiguos y modernos; creadores, imaginativos y orgullosos del país que construimos.

En ese sentido, esta Ley no es una meta de llegada, sino de un punto de partida, para empezar un nuevo momento en la vida cultural del país.

Una Ley para la cultura, desde la cultura

La necesidad de una Ley de Cultura quedó establecida como una prioridad en la Constitución de Montecristi, por tratarse de un ámbito fundamental sin el cual no es posible comprender la unidad del tejido social diverso que nos identifica como país.

Ser ecuatoriana significa responder a un ser nacional que se amalgama a partir de raíces muy diversas, como un universo en el que conviven expresiones de culturas ancestrales y también creaciones contemporáneas que, como savia joven y milenaria, me nutren de emociones y  pertenencia. La identidad y la interculturalidad como expresión superior de convivencia y aprendizaje son ámbitos de la cultura, como lo son también las bellas artes y las expresiones de arte popular, que crean universos simbólicos en los que nos vemos a nosotros mismos en el reflejo ético y estético que asumimos como propio.

La soberanía es un concepto cultural desde un inicio, porque no podemos imaginar un Ecuador sin su cultura, por eso la Constitución determina como un deber del Estado el cuidado de la memoria y el patrimonio, así como el fomento de las expresiones culturales y artísticas, para integrarnos en la globalidad con voz propia como país, con toda nuestra diversidad maravillosa, y no sucumbir ante el marketing globalizado que genera estereotipos no de identidad, sino de consumo.

El tratamiento de la Ley de Cultura se ha demorado, tal vez por lo amplio y diverso del ámbito, pero en este período legislativo asumimos el compromiso de cumplir con este mandato constituyente, para producir una normativa que garantice los derechos culturales de la ciudadanía, de los pueblos y nacionalidades, y también los derechos de los trabajadores del sector de la cultura, el patrimonio y las artes.

Una ley de esta naturaleza exige necesariamente un tratamiento colectivo, coherente con la política de puertas abiertas de la Asamblea Nacional que presido; y es por eso que además de la Consulta Prelegislativa, realizada en el 2009, el último año hemos propiciado diálogos abiertos con el Ministerio de Cultura, la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y diversos representantes del sector de la creación, la promoción y la gestión cultural, para impulsar un análisis profundo y lograr una Ley de Cultura sustentada en acuerdos, entendiendo que la cultura es el ámbito superior que nos abarca y sus temas no pueden agotarse con una Ley, porque sus horizontes son infinitos en tanto se corresponden al avance de las sociedades y la humanidad.

No se trata de una meta de llegada, sino de un punto de partida, para empezar un nuevo momento en la vida cultural del país.

Los temas que desde la Presidencia de la Asamblea se han planteado se refieren a muy diversos aspectos, conceptuales, estructurales y también específicos. Destaco entre los más importantes: la libertad, ¡jamás control de contenidos!, como se propuso en algún momento, y a lo que me opuse rotundamente. Jamás la censura del arte, de la cultura, serán admisibles en esta Asamblea; la integración de la interculturalidad como un factor fundamental de nuestra identidad; la inclusión del libro, el fomento a las editoriales nacionales y a las actividades de lectura y escritura, que en su momento, inexplicablemente fue dejado fuera; el respeto por los derechos de autor y los derechos colectivos; reconocer el trabajo cultural y artístico como un sector productivo que aporta al desarrollo nacional; reconocer derechos laborales, el ejercicio digno de las profesiones artísticas como dice la Constitución, incluyendo el derecho a la seguridad social y el acceso a una jubilación digna para artistas y gestores culturales, que constituía una deuda que teníamos como país, con nuestros creadores.

Hoy más que nunca, las discusiones y los debates deben continuar, que las visiones sobre el amplio universo de la cultura no se limiten a sus aspectos administrativos, legales, económicos o de mecenazgo, sino que desde el sector surjan nuevos horizontes que nos impulsen como sociedad, que rompan los paradigmas de lo imposible, que la investigación tome relevancia y, sobre todo, que la hermosa, diversa y sonora voz de nuestra cultura se exprese sin límites, en la danza, la música, el teatro, el cine, la plástica, las artesanías, las industrias culturales, en los espacios públicos, para nunca olvidar que somos pueblos antiguos y modernos, creadores, imaginativos y orgullosos del país que construimos.

Porque los más profundos cambios políticos y sociales, son los cambios culturales.

Saludo a Guayaquil en sus 481 años de Fundación. #VivaGuayaquil

Guayaquileños, hoy más que nunca Ecuador cuenta con ustedes. Juntos podemos salir adelante. Un fuerte abrazo y ¡Qué viva Guayaquil!

SALUDO A GUAYAQUIL EN SUS 481 AÑOS DE FUNDACIÓN

Guayaquileños, hoy más que nunca Ecuador cuenta con ustedes. Juntos podemos salir adelante. Un fuerte abrazo y ¡Qué viva Guayaquil!

Foro Económico en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño

Desde los parlamentos latinoamericanos tenemos la necesidad de repensar los modelos económicos para ir cerrando brechas, para que la principal inversión de los países vaya en favor de las sociedades.

#ForoEconómicoParlatino

Octavo Encuentro del Grupo de Mujeres Parlamentarias de ParlAmericas, Quito 03-jun-2016

El compromiso que debemos reafirmar a nivel continental es el compromiso con las futuras generaciones, sin duda alguna, para entregarles un mundo más libre y más justo; sin violencia de ningún tipo, mucho menos de violencia contra las mujeres.

Discurso de bienvenida al #InformeALaNación 2016 del presidente Rafael Correa

Poder Popular no es solo una consigna, es trabajo, organización, institucionalidad democrática, conciencia, ética política y, sobre todo, un profundo e irrenunciable amor a la Patria.

Cierre de campaña #TejiendoMisDerechos.

Gracias a ustedes y a sus aportes a la campaña #TejiendoMisDerechos, juntamos las manos para vestir a la Asamblea con el inmenso manto multicolor de sueños, aspiraciones y solidaridad por alcanzar la equidad de género. Hoy, levantamos nuestra voz para decirle al mundo que es posible construir un Ecuador de derechos, paz y justicia; que estamos juntos pese a la adversidad.
Gabriela Rivadeneira

Reconocimiento a nuestros héroes y heroínas del 16 de abril #‎GraciasHéroes‬

En una emotiva ceremonia llena de gratitud, la Asamblea Nacional del Ecuador realizó un sentido reconocimiento a los rescatistas, delegaciones, voluntarios, Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Policía Metropolitana y organizaciones internacionales que brindaron su apoyo a nuestro país en un momento tan difícil pero que nos ha devuelto la esperanza y unidad. ‪#GraciasHéroes por su entrega y solidaridad.