Elecciones seccionales, el día después



Cuando decidimos participar en las elecciones seccionales del 2019, después de la ruptura con el gobierno y convertirnos en la única fuerza política de oposición y en la más organizada a nivel nacional, el régimen de Moreno junto a sus aliados políticos y mediáticos, armaron una estrategia sistemática de ataques y persecución política sin precedentes en la historia de nuestro país hacia todo lo que formase parte de la Revolución Ciudadana. A estas acciones discursivamente lo llamaron “descorreizar el Estado”.

Ese sector, que en diez años y 14 procesos electorales fue abatido en las urnas cuando se enfrentó a la Revolución Ciudadana, encontró la coyuntura perfecta para sacar a flote su odio de clase, al mismo tiempo y como pretexto de un diálogo nacional, la administración de Moreno empezó a cogobernar con la partidocracia, así, Social Cristianos, MPD, PK, PRE (FE),  todos montados en la misma camioneta, todos vociferando el mismo discurso, unos recibiendo migajas, otros tajadas más grandes, pero todos empeñados en hacer de la política nacional una auténtica y vergonzosa cloaca de intereses particulares y de patéticos shows mediáticos, cumpliendo al pie de la letra una agenda totalmente contraria al plan de gobierno que ganó en las urnas.

Un vicepresidente preso político, exfuncionarios perseguidos y amedrentados con la Contraloría y Fiscalía, una Asamblea Nacional con mayorías móviles dando “papaya” todas las semanas, reconocida más por sus griteríos que por sus leyes, escándalos tras escándalos, unos muy bien provocados para tapar los vacíos de un gobierno sin rumbo, que ni sus más allegados saben a dónde nos lleva, bueno, en realidad si se sabe, nos están llevando al viejo país, a ese del reparto y entreguismo. Los Social Cristianos cooptaron algunos ministerios (especialmente de los sectores estratégicos), también pusieron su gente en la Contraloría, Fiscalía, Consejo de la Judicatura, Consejo Nacional Electoral, Corte Constitucional, entre otras instituciones del Estado. Estas designaciones ilegítimas e inconstitucionales, auspiciadas por un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, presidido por Julio César Trujillo, el célebre protagonista de la aprobación de la transitoria 42 en la Constituyente del 98 con la que se preparó el camino para la entrega de fondos públicos a la banca privada y, parte de “la aplanadora” en el Congreso del 99, conformada por Jaime Nebot y su bancada Social Cristiana más los Asambleístas de la Democracia Popular que aprobaron la Ley de Agencia de Garantía de Depósitos que provocó en 1999 la más grande y recordada crisis del sistema financiero nacional y, con ello, el aniquilamiento de miles de familias que lo perdieron todo de la noche a la mañana.

Estos son los del tongo, los que quitan becas para estudiantes, quienes eliminan bonos de desarrollo humano a personas de la tercera edad, con discapacidad, madres solteras; ese tongo que bajó el presupuesto para la salud y la educación, mermando el derecho fundamental de todos, que despide a miles y miles de funcionarios, que subió el costo de los combustibles, que privatiza las empresas públicas más rentables de nuestro país y con ello, la esperanza de la gente. Ese tongo que da las espaldas a la integración regional porque su principal interés es mantener sus negocios a salvo, cumpliendo a cabalidad las recetas del FMI. Sí, ese tongo, que ahora se muestra todo “light”, creyendose con la potestad de dar cátedra de trasparencia y que recorren el país hablando de derechos humanos. ¡Que tal! ¿Alguien les cree? así como las farmacéuticas que te enferman y te venden la receta para mantener su negocio, esta gente junto al gobierno es la única responsable de la crisis y quieren aparecer con la receta salvadora. En el mismo círculo morenista se dice que Nebot sería el próximo candidato a la Presidencia, representando a estos mismos sectores, para dar continuidad y fortalecer las políticas neoliberales.

Sin duda alguna, regresamos a la política de los “business” de los años 80s.

Frente a este caótico panorama, el proceso de Revolución Ciudadana que para muchos agonizaba, siempre se mantuvo a flote. Quienes nos quedamos en este lado de la orilla, en el lado que históricamente nos corresponde por coherencia con lo que siempre pensamos, hacemos y decimos, jamás perdimos el horizonte y con todas las adversidades supimos enfrentar esta nueva campaña, salimos a caminar por cada rincón de nuestra patria inspirados en las luchas sociales y populares de décadas, orgullosos de lo que hicimos durante 10 años de gobierno liderado por Rafael Correa, salimos a pedir el voto y a convocar a una reestructuración nacional de una fuerza popular, que ahora es más necesaria que nunca.

¡Cómo no sentirnos ganadores! Si a pesar de la proscripción política impuesta por el CNE por bloquear nuestro legítimo derecho de participación política, logramos inscribir nuestras candidaturas, no en todo el país, pero contaremos con representantes locales de la Revolución Ciudadana, sean las que sean, en este punto ya ganamos, así como ahora, tener un partido político que nos ha permitido re organizarnos con agilidad y rapidez, y con el que nos presentaremos en las siguientes disputas electorales.

Ganamos porque seguimos siendo la fuerza política más importante e influyente del país, cada día se va sumando más gente y organizaciones, ganamos porque al recorrer provincias y cantones, encontramos nuevas estructuras organizativas que levantan al movimiento, que visibilizan nuevos cuadros políticos y liderazgos locales, ganamos porque nuestra campaña fue de alegría y de propuestas a la altura de lo que se merece el pueblo ecuatoriano, ganamos porque otros movimientos provinciales y locales también nos abrieron la puerta para que participen nuestros cuadros políticos, ganamos porque a pesar del bloqueo mediático, el gobierno tiene que dedicar cadenas nacionales a contrarrestar el peso de las denuncias que hacemos en cuanto a la corrupción del gobierno de Moreno; o cuando los Secretarios de Estado tienen que obligadamente sacar comunicados u obligar a sus funcionarios a que se articulen en redes sociales para atacar a Rafael Correa. La Revolución Ciudadana sigue marcando la agenda política nacional.

Ganamos, cuando Trujillo quiere anular elecciones populares de los miembros del CPCCS por miedo, pánico, a que ganen en las urnas personas decentes que lo fiscalicen y denuncien las atrocidades cometidas por él y sus compinches en contra el Estado de Derecho.

Entiéndase, cuando digo ganamos, no lo digo solo como un análisis de cifras objetivas que muestran la mayoría de encuestadoras serias del Ecuador, si hoy fueran elecciones presidenciales, Correa nuevamente sería Presidente. La Revolución Ciudadana está en crecimiento permanente, por eso, las arremetidas son más grandes y el miedo de los transitorios es más profundo. Gracias a toda la ciudadanía por recibirnos en sus casas, gracias por escuchar nuestras propuestas, esperamos que el Ecuador retome el rumbo de vivir en una verdadera democracia, de respeto a la vida y a los DDHH, al Ecuador del Buen Vivir. ¡La Recuperación de la Patria continúa!

Queridos militantes, queridos y queridas ciudadanas. Cuando digo ganamos, no lo digo con vanidad o ínfulas triunfalistas, lo digo con absoluta certeza y dignidad.